El mundo intenta reabrirse, pero la pandemia del coronavirus no da tregua. En los últimos días, varios países que han tratado de volver a la normalidad tuvieron que retomar medidas restrictas ante el aumento de contagios. 



     En la mayor parte de Europa parece que va bajando el ritmo de contagio, pero los expertos advierten que el fin del confinamiento puede llevar a nuevas restricciones. "Aunque la situación esté mejorando en Europa, a nivel global está empeorando", dijo el 12 de junio Tedros Adhanom Ghebreyesu, director general de la Organización Mundial de la Salud. En total, en el mundo ya hay más de 7,5 millones de contagiados y más de 400.000 muertes.

      No existe una vacuna ni una medicina efectiva contra el covid-19, entonces ¿qué hacer si tarde o temprano las personas deben salir de sus casas? Un reciente estudio de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ofrece nueva evidencia de que las mascarillas o tapabocas pueden ser muy útiles para evitar una creciente ola de contagios y reactivar la economía.

 Protección efectiva

     La investigación afirma que el uso masivo de mascarillas disminuye la propagación de la enfermedad y que cuando se combina con medidas de confinamiento "previene futuras oleadas del virus". "Nuestros análisis respaldan la adopción inmediata y universal de máscaras faciales por parte del público", dijo en un comunicado Richard Stutt, investigador de epidemiología en la Universidad de Cambridge y coautor del estudio.

     "Si el uso generalizado de máscaras por parte del público se combina con distanciamiento físico y cierto confinamiento, puede ofrecer una forma aceptable de manejar la pandemia y reabrir la actividad económica mucho antes de que haya una vacuna", dice Stutt.

¿Cómo llegaron a esta conclusión?


     El SARS-CoV-2 se transmite a través de las gotas en el aire que exhalan las personas contagiadas, especialmente al hablar, toser o estornudar. Para su estudio, los investigadores utilizaron modelos matemáticos de las distintas etapas de la infección y la transmisión a través del aire y superficies.La idea era analizar distintos escenarios para el uso de las máscaras en combinación con medidas de confinamiento. Para el estudio de epidemias, los expertos utilizan el número R, que equivale a la cantidad de personas a las que una persona transmite el virus. Para que una pandemia amaine, el número R debe ser menor a 1.

     Los modelos de la investigación mostraron que el uso de las mascarillas en público es dos veces más efectivo para reducir el número R si se utilizan desde antes que la persona presente síntomas. También mostraron que si al menos el 50% de la población utiliza una máscara de manera rutinaria, el número R se reduce a una cifra menor que 1. De esta manera se podrían aplanar futuras curvas y relajar las medidas de confinamiento.


 Máscaras caseras

 

     "La forma más efectiva de reiniciar la vida diaria es alentar a todos a usar algún tipo de máscara cada vez que estén en público", dijo John Colvin, de la Universidad de Greenwich, otro de los autores de la investigación.

     La OMS indica que "las máscaras deben usarse como parte de una estrategia integral de medidas para suprimir la transmisión y salvar vidas".

     Advierte, sin embargo, que el uso de la máscara no es suficiente y debe combinarse con distanciamiento social de al menos 1 metro, lavado de manos frecuente y evitar tocarse la cara o la máscara.

 Los médicos de Cambridge resumen el resultado de su investigación con un mensaje que dicen que se debería difundir entre la población "mi máscara te protege, tu máscara me protege".


FUENTE: BBC
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