Estados unidos vive los disturbios raciales más graves desde el asesinato de Martin Luther King. En al menos 39 ciudades y condados los manifestantes desafían el toque de queda y la ola de violencia continúa creciendo.
Tras una noche de saqueos e incendios en
la capital estadounidense en protestas por la violencia policial, la alcaldesa
de Washington Muriel Bowser anunció este domingo un toque de queda y la
activación de la Guardia Nacional para evitar nuevas revueltas, pese a lo cual
ya se registraron algunos incidentes.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, la
alcaldesa informó de que el toque de queda regirá en todo Washington a partir
de las 11 de la noche (03.00 GMT) y hasta las 6 de la mañana (10.00 GMT) del
lunes.
También indicó que ha activado a la
Guardia Nacional del Distrito de Columbia para que apoyen a la Policía
Metropolitana en el control de las manifestaciones que se han producido en los
últimos días y que el sábado derivaron en saqueos, vandalismo e incendios.
La policía ha dispersado con gases
lacrimógenos las protestas que, saltándose el toque de queda, habían llegado a
las puertas de la Casa Blanca.
El Servicio
Secreto refugió el viernes al presidente Donald Trump en el búnker de la Casa
Blanca.
TRUMP,
REFUGIADO EN EL BÚNKER DE LA CASA BLANCA
Además, este lunes se ha conocido que el Servicio Secreto, encargado de la seguridad del presidente
de EEUU, protegió en el
búnker subterráneo de la Casa
Blanca a Donald Trump el
pasado viernes de las protestas que tenían lugar fuera del recinto, han
informado medios locales y recoge Afp.
El New York Times indica que el presidente fue llevado
al búnker en la noche del viernes mientras los manifestantes forcejeaban con
los agentes del Servicio Secreto para retirar las barreras metálicas instaladas
frente a la verja que rodea la residencia presidencial.
Según la
CNN, Trump estuvo en el búnker cerca de una hora antes de regresar al sector de
la Casa Blanca que le sirve de residencia, mientras en el exterior los manifestantes
tiraban piedras y mantenían escaramuzas con los agentes. Ninguno de los dos
medios ha aclarado si la primera dama Melania Trump y su hijo Barron acompañaron al presidente en el búnker.
FUENTE: EL MUNDO