En Rivera hay 10 personas con coronavirus, sin embargo, a pocos pasos de esa ciudad, en Santana Do Livramento, el gobierno
brasileño tuvo que declarar la zona
roja por el aumento de casos de personas con la enfermedad.
La bandera roja
impone restricciones más severas a las adoptadas en áreas con bandera naranja.
Por lo tanto, en las regiones clasificadas este sábado con bandera roja, solo los establecimientos que venden
artículos esenciales pueden estar abiertos, manteniendo el 50% de los
trabajadores. Los otros lugares de comercio deben estar cerrados.
En paralelo, los restaurantes y bares tienen prohibido recibir clientes en el local comercial, aunque pueden trabajar con un sistema de tele-entrega. En los centros comerciales, también se permite el acceso a servicios esenciales como farmacias, lavanderías y supermercados, que pueden operar con el 25% de los empleados. Aparte de eso, los centros comerciales deben permanecer cerrados, sin movimiento de personas.
Las clases deben llevarse a cabo de forma remota. Los cursos gratuitos, cuya operación se permitiría, con respecto a las medidas sanitarias, a partir del 15 de junio, deben permanecer cerrados, así como las escuelas para niños, instituciones de enseñanza secundaria y universidades.
Esta medida alcanza también a los gimnasios, las misas y los servicios religiosos, los clubes sociales y deportivos (incluso con asistencia individual) y los servicios de higiene personal, como las peluquerías.
La medida implementada por el gobierno de Jair Bolsonaro pone en alerta a las autoridades sanitarias nacionales. Ayer en Uruguay solo se confirmó un nuevo caso de COVID-19 y hay 37 que siguen con la enfermedad. El modelo de distancia controlada en Brasil se divide en protocolos que deben adoptarse para cada actividad económica, de acuerdo al color de la bandera semanal.
La semana pasada, Uruguay y Brasil acordaron “la utilización universal del test PCR en ambos lados de la frontera” de Rivera con Santana do Livramento “con un criterio epidemiológico común”. Para eso, será creada una “Unidad Epidemiológica Sanitaria Única”.
Los tests de PCR, que serán “producidos por el Instituto Pasteur de Uruguay”, serán proporcionados “para la determinación que se realizará en la Universidad Federal de Santana do Livramento”, los cuales se realizarán “a personas con infecciones respiratorias, pacientes sintomáticos con o sin riesgo, con insuficiencias respiratorias leves, contactos con o sin síntomas a partir del quinto día y ante brotes institucionales”.
En paralelo, los restaurantes y bares tienen prohibido recibir clientes en el local comercial, aunque pueden trabajar con un sistema de tele-entrega. En los centros comerciales, también se permite el acceso a servicios esenciales como farmacias, lavanderías y supermercados, que pueden operar con el 25% de los empleados. Aparte de eso, los centros comerciales deben permanecer cerrados, sin movimiento de personas.
Las clases deben llevarse a cabo de forma remota. Los cursos gratuitos, cuya operación se permitiría, con respecto a las medidas sanitarias, a partir del 15 de junio, deben permanecer cerrados, así como las escuelas para niños, instituciones de enseñanza secundaria y universidades.
Esta medida alcanza también a los gimnasios, las misas y los servicios religiosos, los clubes sociales y deportivos (incluso con asistencia individual) y los servicios de higiene personal, como las peluquerías.
La medida implementada por el gobierno de Jair Bolsonaro pone en alerta a las autoridades sanitarias nacionales. Ayer en Uruguay solo se confirmó un nuevo caso de COVID-19 y hay 37 que siguen con la enfermedad. El modelo de distancia controlada en Brasil se divide en protocolos que deben adoptarse para cada actividad económica, de acuerdo al color de la bandera semanal.
La semana pasada, Uruguay y Brasil acordaron “la utilización universal del test PCR en ambos lados de la frontera” de Rivera con Santana do Livramento “con un criterio epidemiológico común”. Para eso, será creada una “Unidad Epidemiológica Sanitaria Única”.
Los tests de PCR, que serán “producidos por el Instituto Pasteur de Uruguay”, serán proporcionados “para la determinación que se realizará en la Universidad Federal de Santana do Livramento”, los cuales se realizarán “a personas con infecciones respiratorias, pacientes sintomáticos con o sin riesgo, con insuficiencias respiratorias leves, contactos con o sin síntomas a partir del quinto día y ante brotes institucionales”.
Además, se acordaron
“medidas de prevención conjuntas ante el COVID-19, comunicación fluida y
responsable, y divulgación de materiales informativos de medidas de prevención
y control”. La cartera de Salud comunicó que la llamada telefónica entre los
ministros de Uruguay y Brasil “fue fundamental para la concreción de la
negociación”.
FUENTE: EL PAÍS
FOTOGRAFÍA: BBC