Desde que comenzó la pandemia en Brasil a finales de febrero, la situación crítica del país sólo ha ido en aumento. Es una razón que preocupa al mundo.



El presidente del país ha evitado en lo más posible la cuarentena y las medidas que facilitarían de cierta manera el manejo del coronavirus. Bolsonaro está en contra del cierre de negocios y hay que destacar que también despidió al ministro de salud que presionó para tomar medidas severas de confinamiento.

A pesar que el gobierno ha invertido 2.100 millones de dólares en cuidado de pacientes y equipos médicos en general, hoy son 51.000 las vidas que se ha cobrado la pandemia. 

Los meses de julio, agosto y septiembre son meses de invierno en el hemisferio sur, lo que probablemente influiría en en un aumento acelerado de la infección. Actualmente, la curva de la enfermedad sólo sigue subiendo.

Félix Eduardo Cañizalez
Fotografía: El Periódico
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