Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunció que no hay pruebas de que las vacunas causen problemas cardíacos.
Uno de los ejemplos más notorios involucró el caso de Damar Hamlin, de 26 años y quien era el safety de los Búffalo Bills, quien colapsó durante un juego. Varias fueron las afirmaciones que alegaban que su problema cardíaco era consecuencia de la vacuna. Finalmente, el jugador se recuperó y volvió a jugar en la temporada pasada.
Los médicos afirman que no se ha confirmado actualmente que la vacunación contra el COVID-19 es una causa de muerte por temas cardíacos; ninguno de los certificados de defunción atribuyen los fallecimientos a las vacunas.
Félix Eduardo Cañizalez