El pasado viernes, en la playa Desembocadura de La Barra, Punta del Este, un guardavidas rescató a un niño argentino de tres años que estaba siendo arrastrado por una peligrosa corriente de retorno.
A pesar de las advertencias previas del socorrista sobre la peligrosidad de la zona, los padres del menor hicieron caso omiso. Tras el rescate, el padre del niño reaccionó violentamente, insultando y golpeando al guardavidas en el rostro.
La situación requirió la intervención de otros bañistas y del personal de Prefectura para calmar los ánimos. El guardavidas presentó una denuncia penal por agresión, y el turista argentino fue imputado por las autoridades uruguayas. Posteriormente, el agresor ofreció una indemnización económica, pero el socorrista la rechazó, enfatizando que "la vida no tiene precio" y destacando la necesidad de respeto hacia la brigada de guardavidas.
La Intendencia de Maldonado condenó enérgicamente el incidente, recordando que la supervisión de los menores en la costa es responsabilidad de los padres y que los guardavidas intervienen únicamente en situaciones de peligro inminente.
Félix Eduardo Cañizalez