Varios militares uruguayos que se encontraban desplegados en la República Democrática del Congo, como parte de la misión de paz de la ONU, decidieron regresar a Uruguay por su cuenta luego de que se postergara indefinidamente el relevo que estaba previsto para febrero.
La situación en el este del Congo se ha vuelto cada vez más inestable desde enero, cuando el grupo armado M23 retomó sus ofensivas. Durante los ataques, la base uruguaya en Goma fue alcanzada y varios soldados resultaron heridos. La muerte del cabo Julio Álvarez, que sufrió un paro cardíaco luego de ser lesionado en los enfrentamientos, fue un punto de quiebre que impulsó a una veintena de militares a dejar la zona por sus propios medios.
Actualmente, el aeropuerto de Goma está bajo control del grupo rebelde y fuera de funcionamiento, lo que ha complicado aún más la salida del resto del contingente.
El Ministerio de Defensa informó que trabaja en la organización del relevo y en la compra de pasajes para los militares que aún permanecen allí. Además, anunció que se incorporarán psicólogos para asistir a los efectivos, aunque hasta el momento los que ya regresaron no han recibido apoyo psicológico.
Los soldados repatriados comenzaron su licencia reglamentaria de 20 días. En paralelo, la ministra de Defensa, Sandra Lazo, convocó a los familiares de los militares a una reunión para informar sobre la situación y abordar posibles medidas, como la fijación urgente de una fecha de relevo.
La situación ha despertado críticas sobre las condiciones en que se desempeñan los soldados uruguayos en el exterior y sobre la falta de respaldo institucional en contextos de conflicto.
Félix Eduardo Cañizalez
