La empresa uruguaya Ramyan Hormigones, especializada en el suministro de hormigón premezclado, se vio obligada a cerrar temporalmente sus operaciones debido a un conflicto sindical que derivó en la pérdida de varios clientes.

Fotografía: Ramyan


El conflicto comenzó cuando tres trabajadores de Transportes Agartori SRL —empresa contratista de Ramyan— se afiliaron al Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) y exigieron ser remunerados según los laudos del sector de la construcción, lo que implicaba un aumento salarial considerable.


Ante la posibilidad de que las obras se negaran a recibir el hormigón si no se cumplían estas condiciones, Ramyan decidió interrumpir sus actividades y enviar a su personal al seguro de paro. Aunque retomaron las operaciones días después, la empresa constató que había perdido alrededor de una decena de clientes, lo que comprometió seriamente su estabilidad.


El propietario de Ramyan, Mauro Almeida, manifestó su preocupación y criticó el accionar del sindicato, al que responsabiliza por las dificultades que enfrenta la empresa.


Desde el SUNCA, en tanto, argumentaron que los trabajadores involucrados realizaban tareas propias del sector de la construcción y, por tanto, debían ser remunerados conforme a los laudos correspondientes.


Este caso expone las tensiones entre empleadores, contratistas y sindicatos dentro del rubro de la construcción, y cómo estos enfrentamientos pueden impactar directamente en la continuidad de las empresas.


Félix Eduardo Cañizalez

Artículo Anterior Artículo Siguiente